Este espacio está dedicado a recopilar y analizar los principales problemas, desafíos y soluciones para la gestión del agua y de los ecosistemas que regulan este recurso en el Ecuador.
El páramo y el agua en el Ecuador
Esta vez trataremos sobre uno de los ecosistemas fundamentales para la regulación de la cantidad de agua que recibimos e las ciudades andinas del Ecuador y sus estribaciones. En los últimos años hay un creciente interés por proteger los páramos del Ecuador y las zonas andinas en general. El páramo en el Ecuador se extiende a lo largo de los Andes desde la frontera con Colombia al norte hasta la frontera con Perú al sur. Según datos de EcoCiencia una organización ecuatoriana que ha trabajado muchos años en el tema de páramos, la extensión de los páramos en el Ecuador es de aproximadamente 12 650 km2, luego de Colombia que es el país con la mayor extensión de páramos en su territorio. El páramo en el Ecuador se ubica sobre los 3000 metros de altitud.
Mapa de páramos en el Ecuador. Fuente: EcoCiencia |
En el Ecuador, la provincia de Napo es la que tiene la mayor extensión de páramo con aproximadamente 3633 km2. Es precisamente de los páramos de esta provincia que la ciudad de Quito se provee para abastecer de agua a sus habitantes y se extrae un volumen diario aproximado de 5m3/seg.
Laguna de Atillo, provincia de Chimborazo. Foto: Juan Calles |
Se conoce a los páramos como la gran "esponja" por lo que por mucho tiempo se ha considerado a este ecosistema como la "fuente de agua" de las ciudades y el campo en los Andes ecuatorianos. Son las características de los páramos (baja evapotranspiración, alta nubosidad, mucha humedad relativa, suelos con alto contenido de compuestos orgánicos y alta capacidad de retención de humedad), lo que hace que este ecosistema sea un excelente regulador del ciclo hidrológico. De esta manera los páramos liberan lentamente el agua de lluvia y neblina que llega a los páramos hacia las zonas bajas. Por tanto los páramos no producen agua, pero si regulan muy bien el ciclo del agua y son un ecosistema con un alto rendimiento de agua por kilómetro cuadrado.
Baja evapo transpiración: debido al frío de los páramos, la nubosidad y alta humedad relativa, la vegetación pierde poca agua mediante este proceso.
El suelo de los páramos es muy importante para la conservación del agua y también para la acumulación de carbono. Gracias a la vegetación del páramo y los lentos procesos de descomposición, la materia orgánica en descomposición se acumula en el suelo y ayuda a mantener la humedad del suelo por más tiempo. Las actividades agropecuarias, la ganadería, la reforestación, la apertura de vías, la minería y los deportes de 4x4 en los páramos, degradan el suelo y alteran los flujos naturales del agua.
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